Un teléfono con conexión a Internet. Más allá de eso, soy poco tecnológica. De hecho, si tuvieran que describirme cinco personas que me conocen bien lo más seguro es que dijeran que tiendo a ser menos tecnológica que más. Soy poco de aplicaciones, las que más uso son mapas de ciudades. Las transferencias de bancos, las conversaciones en Skype, las reservas en restaurantes o el trabajo de documentos prefiero seguir haciéndolo como al principio, de una forma manual, cercana y humana. El futuro lo imagino igual y mejor.