Estoy de acuerdo. Además de por FMHOUSE, también estoy en contacto con muchos jóvenes porque doy clase en 16 universidades de diferente países y me doy cuenta de que a ellos no les gusta estudiar, se aburren. Pero el problema está en el planteamiento previo, donde se confunde ‘estudiar’ con ‘aprender’, que no es lo mismo.
El aprendizaje puede ser divertido. Es un hecho que las nuevas generaciones están acostumbradas por lo general al poco esfuerzo, porque todo lo tienen más fácil. Hay que servirse más de la tecnología para facilitarles el aprendizaje, y aprovechar lo cómodos que se sienten con internet y la interacción con los dispositivos con los que han crecido desde pequeños.
La verdad es que utilizan mucho la tecnología pero se confunden las competencias digitales con saber jugar online y tener muchos amigos en las redes sociales. Nuevas prácticas como la “gamifcacion” o ludificación en castellano, ayudarán a aprovecharse de esta puerta “digital” para fomentar el aprendizaje.