En un mundo tan cambiante, más allá de la coyuntura, para mí lo más importante son los valores. Primero, la confianza, creo que es clave: confianza entre nosotros, con las empresas, confianza en la Administración.
En segundo lugar, la integridad y el respeto: a los proveedores, a los compañeros, al medioambiente. Uno tiene que tener una ética. Y luego, la cooperación: trabajar en equipo aportando ideas, con innovación, mostrando iniciativa, asumiendo riesgos. Por último, creo que es importante el compromiso: me gusta la libertad que incluye responsabilidad.
Personalmente, creo que la gente joven cada vez es más innovadora. En España tenemos un potencial de gente increíble, y no tiene perdón esta sociedad que está permitiendo tener a gente joven, tan bien formada, en paro. Uno puede trabajar para conservar el puesto de trabajo, o trabajar para incrementarlos en la manera de lo posible, es nuestra responsabilidad.
En este sentido, Internet nos ha permitido compartir conocimiento, vivir más conectados, pero el peligro está en perder la serenidad, el poso. Necesitamos tiempo para reposar. Por eso la parte humana siempre es y será necesaria: la quietud, el silencio, ése que se produce entre dos notas musicales. Al final, la tecnología es un medio, y uno puede utilizarlo para comunicar o realizar cosas fantásticas o, decir o hacer tonterías.