Creo que hacer negocios es una actividad muy creativa. Nuestro trabajo pasa por observar la realidad y tratar de transformarla. Los grandes logros de la Humanidad vienen de ahí, de esa capacidad que tienen algunas personas para no dar todo por sentado y transgredir los límites de la realidad.
Vivir es creer en lo imposible. Por eso necesitamos escuchar al otro de forma genuina e inteligente, sin caer en el cinismo. Cuando te cierras en banda y pierdes tu dosis de credibilidad, pierdes también la capacidad de asombrarte.
No es fácil, pero hay que perseguir ese equilibrio razonable. Al final, se trata de valorar lo que uno tiene y tratar de hacer sencillo lo complicado. Cuando menos te lo esperas, y si dejas que ocurra, la vida te regala grandes sorpresas.