Hay una imagen idealizada del emprendedor que vive constantemente una vida fascinante, pero esa emoción es compatible con la angustia que sientes mientras esperas la llamada o el email de un posible nuevo cliente. Cada proceso tiene su tiempo y creo que es bueno que sea así, emprender es un proceso inconcluso.
En mi caso, trabajar en dos continentes me obliga a dormir una media de treinta noches al año en un avión. Si no quieres sufrir un desgaste notable, necesitas estar en forma, física y espiritualmente. Con este ritmo, algunas personas acaban recurriendo a determinadas sustancias, por eso trato de mantener mis pequeñas rutinas y hábitos de cada día, porque es la única forma de no acabar metido en una vorágine peligrosa.
Si lo piensas, ¿qué hace atractivos a los artistas consagrados? No es tanto su obra, no es sólo la materialidad de su trabajo. Es el carácter que forjaron, el que se forja con el esfuerzo, durante el viaje.