Se trata de que los conocimientos que antes sólo estaban en la cabeza de las personas también lo compartan las máquinas para que puedan sugerir decisiones en las fábricas. Y crear así, gracias a las TIC, productos de alta demanda, con una buena calidad a la vez y muy personalizados a las necesidades de cada usuario.
Se crea un triángulo que une Industria, TIC y nuevas posibilidades de negocio en la cadena de producción industrial para poder aportar personalización.
Si queremos competir en Europa, avanzar y generar servicios y empleo, debemos retener a la industria en nuestro país y hacerla inteligente con las nuevas tecnologías, además de que los procesos estén automatizamos desde años atrás.